Cultura
5 de diciembre de 2024
Guido Blanco

Entrevista con Stefanie Powers

Una conversación que abarca Hart to Hart, el activismo ambiental, William Holden, primeros papeles en el cine, premio de la ONU, nuevo libro, compartir pantalla con Donald Trump y ser pionera de la televisión.

Entrevista con Stefanie Powers

Cuando eras estudiante en Hollywood High School, fuiste, según fuentes como el sitio oficial del Paseo de la Fama de Hollywood, compañera de clase de Nancy Sinatra. ¿Es cierto este dato?


Oh, no, no es cierto. No sé cómo estas cosas llegan a internet. Nancy es dos años mayor que yo. Sí estuve en la escuela con Tuesday Weld y Linda Evans, y un par de otras personas que entraron al mundo del cine, algunas en el área de producción y otras en la actuación, pero que no tuvieron una carrera larga. Así que no, no estuve con Nancy, aunque la conozco; su hermana Tina es más mi amiga.


¿Cómo fueron esos días en Hollywood High School?


Tengo que explicar que Hollywood, en mi época de juventud, era un pueblito bastante chiquito donde todo el mundo se conocía el uno al otro; era como un club privado. Conocí a gente que trabajaba en los estudios o en cualquier parte de la industria del entretenimiento. Por ejemplo, estuve en la escuela con algunos de mi generación que luego tuvieron carreras largas, tal como te mencionaba antes, pero también tomé lecciones en una compañía de ballet desde chiquita. Allí había otras dos chicas, un poquito mayores que yo, pero que estuvimos en la misma clase. Eran Natalie Wood y Jill St. John. En la vida de hoy, con tanta población que tenemos, es una imposibilidad que todas nos conozcamos entre nosotras; pero en aquella época coincidimos, y hasta tuvimos a Robert Wagner en común, porque ellas estuvieron casadas con él en la vida real, y yo fui su esposa en la televisión.


Hablando ya de tu carrera, tus primeros papeles importantes fueron en cine. ¿Consideras a McLintock! como la película o una de las películas que te ayudó a impulsarte hacia el estrellato?


Sí, claro que sí, porque trabajar con John Wayne y Maureen O'Hara era una oportunidad increíble. Cuando entré en el mundo del cine, era durante los últimos días del período de los grandes estudios, que había sido el principio de nuestro oficio. Y en la época en la que yo comencé, si bien eran los días finales de ese sistema, todavía quedaban muchos de los grandes nombres, de las estrellas más conocidas, que dejaron una marca de calidad en las producciones de la época pasada. Hay muchos libros que están escritos sobre ese período porque era genial e imposible de duplicar.


¿Cómo recordás esa experiencia, tan temprana en tu carrera, de trabajar con un ícono como John Wayne, que imagino que te generaría muchos nervios?


Bueno, sí, era estresante, pero, a su vez, ellos eran muy generosos. Esas estrellas eran siempre muy, muy generosas. Cuando hacíamos las pruebas, ellos me decían cositas que podía mejorar, me daban consejos. Hoy es completamente diferente.


¿Sentís que hoy los artistas no se ayudan tanto entre sí?


No, me parece que no. Cada uno está trabajando para sí mismo, más que para el resto, para ayudar a los demás.


¿Cómo describirías tu tiempo trabajando junto a otra leyenda como era Tallulah Bankhead en Die! Die! My Darling! en 1965?


Bueno, interesante. La parte de su carrera más importante no eran sus películas, sino su trabajo en teatro. Ella hizo sus grandes éxitos en teatro y tenía un renombre increíble porque tenía una manera de hablar y un sentido del humor únicos, pero que al mismo tiempo eran chocantes. Por eso, ella tuvo también una reputación un poquito escandalosa. Y cuando yo tuve el gusto de trabajar con ella, eran los años finales de su vida, pero mi mamá conocía mucho de su carrera y ella me llenó de bromas e historias de Tallulah, que eran tan famosas como ella misma. Yo fui muy afortunada de trabajar con alguien de su talla, aunque, debo decir, ella estaba muy nerviosa de trabajar conmigo también. Pero, luego de unos días y semanas, encontramos un entendimiento que era divino, pero también un poquito extraño.


¿Por qué dirías que era un poquito extraño?


Porque era un vínculo con una mujer que tenía una historia muy larga, muy escandalosa, y yo tenía tan sólo 25 años en esa época.


Cambiando del cine a la televisión, que es probablemente donde tuviste tus papeles más destacados, una de tus primeras apariciones fue en un episodio de Bonanza, que fue una serie que tuvo un impacto internacional enorme, incluida la Argentina. ¿De qué manera recordás esa preparación para hacer de Calamity Jane?


Yo tenía como 16 o 17 años en ese momento. Estudié mucho sobre su mirada, sus dichos más famosos, pero siempre tuve restricciones del guión y de la estructura del programa, de la serie. Era una serie con mucha historia y muchos años de exhibición. En definitiva, tenía límites en la interpretación que podía hacer del personaje.


A mediados de los años 60, tu papel como April Dancer en la serie de The Girl from U.N.C.L.E. hizo historia porque fue la primera vez que una mujer protagonizaba una serie de televisión en Estados Unidos de una hora de duración...


En ese momento, nadie habló de eso. No era un tema de conversación, en absoluto. Fue muchos años después que recibí una llamada telefónica de una compañía que estaba preparando una presentación en televisión que saludaba a los pioneros de ese medio. Ellos me dijeron: "Eres una pionera de la televisión." Y yo dije: "No, no lo creo." Y ahí ellos me dijeron que sí, porque The Girl from U.N.C.L.E. era la primera vez que una mujer tenía el papel principal en una serie televisiva.


Mirando hacia atrás, viendo lo que este hito significó en la historia de la televisión, ¿qué te hace sentir ese logro?


Bueno, estoy muy feliz, pero no cambia mi vida, en realidad. Cada día que pasa, sigo adelante con total normalidad; no ha cambiado nada.


Entre 1979 y 1984, protagonizaste Hart to Hart al lado de Robert Wagner, un papel que te hizo ganar nominaciones a dos Emmys y a cinco Globos de Oro. Dado que el show está celebrando su 45º aniversario este año, ¿cuáles son tus recuerdos más queridos o cálidos respecto de trabajar en aquella serie?


No tenemos suficiente tiempo para hablar de ella, pero imagínate. Fue una gran experiencia pasar tanto tiempo con una persona, trabajando 14 horas diarias durante cinco años, haciendo cada año como 26 episodios. Después de unos años de finalizada la serie, regresamos para hacer ocho películas de televisión, y al final, fue la mejor manera de decir adiós a esos personajes. Fue estupendo. La mayoría de las carreras no cuentan con algo tan especial. Especial, sobre todo, porque en la época en la que hicimos la serie, no había streaming, no había tantos canales de televisión. En Francia, por ejemplo, era exhibido los domingos por la noche. Entonces, después de que toda la familia había comido una gran cena, se relajaban alrededor del televisor.


El consumo de productos televisivos era completamente distinto...


No había mucho espacio para cambiar de canal, no se ofrecían tantas opciones. Por eso, fue una gran experiencia para nosotros el entrar de una manera muy íntima a la vida del público. Éramos parte de las familias. Es excepcional; hoy casi no existe porque hay demasiadas cosas que puedes ver, hay mucha variedad. Uno se confunde cuando trata de ver qué show va a ver esta noche.


¿Cuál fue el rol que desempeñó el famoso novelista Sidney Sheldon como creador de la serie?


Sidney Sheldon, un buen escritor, escribió una idea para este matrimonio, Jonathan y Jennifer Hart, pero en realidad, la serie fue desarrollada por Tom Mankiewicz, que era hijo del gran director y escritor Joseph Mankiewicz. Tenía un padre muy famoso y un tío muy famoso, que escribió el guión de El ciudadano Kane. La familia Mankiewicz era muy famosa en teatro y en cine, y Tom era de mi generación. Él ajustó la idea de Sidney Sheldon al estilo de una serie de películas de los años 30 y 40 que se llamaron The Thin Man. Eran como seis películas con el mismo tema: el matrimonio con su perro que resolvía crímenes. Pero, en conclusión, fue Tom Mankiewicz el hombre que creó los personajes icónicos de Jonathan y Jennifer.


Aparte de que Lindsay Wagner y Suzanne Pleshette también fueron consideradas para el papel de Jennifer Hart, ¿es cierto que los productores de la serie querían a Natalie Wood para el protagónico inicialmente?


Era una idea porque Robert Wagner y Natalie Wood tenían un contrato con los productores y gerentes de la compañía de Aaron Spelling y Leonard Goldberg. Así que sí, por un momento, ellos estaban considerando tener a Natalie y a RJ juntos, pero sólo por un momento.


En la página IMDb, figura que, supuestamente, el productor Aaron Spelling pensaba que tu solicitud de salario era demasiado alta. ¿Es cierto este rumor?


No, no. Nunca he oído eso. IMDb no es en todos los casos cien por ciento correcto o preciso. Pero no, no es cierto.

En los años 90, volvieron a traer la fórmula de la serie a ocho películas para televisión, como anteriormente mencionaste. En una de ellas, Hart to Hart: Secrets of the Hart, el recientemente reelecto Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hizo un cameo. Dada su carrera política actual, ¿cómo te sientes de haber compartido la pantalla junto a él?


Donald Trump no era un amigo mío. En esa época, él estaba ganando mucha publicidad y, como nosotros estábamos filmando en Nueva York, había una oportunidad para él de hacer un cameo. Él salía de una limusina diciendo, "Buenos días" o algo así a Jonathan y Jennifer, y nosotros entrábamos a ese coche. Pero eso no significa que fuéramos amigos ni conocidos.


¿Te ha sorprendido que su camino luego haya derivado en una carrera política?


Él era muy ambicioso, en los negocios y en todo. No era una sorpresa que buscara otro camino para obtener fama y poder.


Creo que siempre fuiste considerada una "it girl" y, como tal, muchos hombres estaban interesados en vos. Por ejemplo, hay una foto tuya con Eddie Fisher abandonando el restaurante La Scala en Hollywood, en 1964, justo después de su divorcio con Elizabeth Taylor. ¿Cuál era la naturaleza real de ese vínculo?


Mi vida privada era privada y no había muchos amantes famosos como los que puedes ver en el internet hoy. No, yo no me consideraba una "it girl".


Antes de hablar de la fundación que lleva su nombre, quería preguntarte por una relación romántica de la que sí has hablado abiertamente, que fue con el renombrado actor William Holden, la cual duró casi una década. ¿Es cierto que se conocieron en una fiesta de Nochevieja cuyo anfitrión era el escritor Dominick Dunne?


Nos hemos encontrado tres veces antes de que yo fuera más mayor y más sofisticada. Pero sí, la primera vez fue así: era una fiesta con mucha gente, muy, muy famosa, unas caras muy conocidas. Y fue muy chistoso para mí porque, en un momento, él me vio —ya que estaba al lado mío— y me dijo: "Buenas tardes, Bill Holden." Y yo me quedé estupefacta, no podía hablar. Quedé muy impresionada por ese hombre tan guapo.


¿Cuándo deciden hacer oficial la pareja?


Fue oficial unos años después. Cuando nosotros comenzamos nuestra relación, había muchos años de diferencia en edad. Pero estuvimos trabajando en contextos similares: yo durante los días finales del sistema de los grandes estudios, él en el sistema de los grandes estudios. Fue la misma experiencia, porque él tuvo su contrato con Paramount cuando tenía 19 años y yo firmé contrato con Columbia a los 16. Nadie puede saber lo que se siente sin haber vivido todo eso. Por eso, tuvimos experiencias en común, curiosidades en común, intereses en común, y era como si estuviéramos conectados espiritualmente. Fue una relación muy efectiva durante los últimos diez años de su vida.

¿Qué reflexión haces hoy en día respecto de ese vínculo, considerando que no fue siempre fácil por los problemas que él tenía con el alcohol?


Bueno, sabes que el alcoholismo es una adicción, un trastorno. Él estuvo peleando contra eso durante toda su vida, pero, durante siete años de los diez que estuvimos juntos, él estuvo completamente sin alcohol. Sin embargo, como es una adicción, cuando él tomaba una copa, el alcoholismo regresaba. Empezó y paró muchas veces. Y la última vez, él perdió la batalla.


¿Cómo fue recibir la noticia de esa pérdida a la temprana edad de 63 años?


Fue un tiempo muy difícil, porque estábamos haciendo Hart to Hart. Bill murió por accidente y, dos semanas después, falleció Natalie Wood también. Sólo dos semanas entre la muerte de los dos. Durante la época en que estuvimos trabajando juntos, Robert Wagner y yo, fue muy difícil para nosotros. Y yo pienso que esa experiencia mutua, esa tragedia compartida, fue un apoyo para ambos. Tuvimos que continuar. Yo hice la fundación para realizar el sueño de Bill de hacer un centro de educación, pero también para hacer algo que fuera un recuerdo vivo de él, porque la educación vive y es algo que está siempre cambiando, ajustándose a las condiciones humanas.


En 1982, un año después del fallecimiento de William Holden, fundaste The William Holden Wildlife Foundation, que es una organización sin fines de lucro dedicada a la protección del medioambiente, así como a la conservación de la flora y la fauna. ¿De dónde surge esta idea?


La fundación surge en su memoria y después de tantos años que estuvimos juntos en Kenia. Pienso que allí hizo el mejor trabajo de su carrera, en vez de todas las cosas que había hecho en la pantalla. El trabajo más importante de su vida fue la protección de la selva y de los animales salvajes en el este de África. Él creó un rancho para la preservación de animales, que fue el primero en todo África, en 1959, cuando nadie hablaba de la palabra "conservación" ni de la palabra "extinción". Él tuvo una visión muy avanzada al respecto.


Recién hablabas del centro de educación que creaste en su honor, localizado en Nanyuki, Kenia...


Durante todos los años después de que él creó ese rancho, siempre quiso hacer un centro de educación para la gente de Kenia, para la gente local, para que aprendieran sobre todos los temas relacionados con el medioambiente. Sin educación, la gente no sabe por qué es dañino talar un árbol, ni la razón por la que necesitamos esos árboles. La educación es lo más importante para preservar y para reclamar por la condición de nuestro planeta. Y es un trabajo para cada uno de nosotros, ya que hay muchas cosas que podemos hacer individualmente.

¿Cómo opera esta fundación?


Hemos recibido nuestra calificación como organización caritativa en 1982, y hoy hay 11.000 estudiantes que vienen cada año de forma gratuita —no hay que pagar absolutamente nada— a estudiar la biodiversidad, el equilibrio entre la naturaleza y la experiencia humana, así como la importancia de la conservación y preservación de la selva y de los animales en todas sus formas.


¿Cuáles son algunos de los proyectos principales que tienen hoy en día?


Los proyectos que tenemos son muchos. No es el momento adecuado para explicar cada uno de ellos, porque es un tema profundo, pero tenemos un sitio web, que es www.whwf.org, y allí pueden ver todo lo que estamos haciendo. La mayoría de la gente viene a estudiar, buscando ideas para luchar contra la crisis climática, las condiciones agrícolas, y ver cómo se puede resolver el sufrimiento que existe en muchos lugares del este de África. Me gustaría recomendar a todo tu público que vaya a ver toda la información y las explicaciones que hay sobre nuestra fundación en el link proporcionado. Me alegra mucho compartir esto con ustedes.


Recientemente, se te entregó el Agents of Change Award de la Organización de las Naciones Unidas, Clase 2024. ¿Qué significa para vos este reconocimiento después de tantos años de luchar por un mundo con un desarrollo sostenible?


Es importante porque soy una de las 25 personas que están siendo reconocidas por este libro anunciado por las Naciones Unidas. Somos tantas las organizaciones que estamos trabajando, y nadie sabe de nuestros trabajos, porque estamos tan ocupados haciendo cosas, ya sea en Kenia o en cualquier otra ubicación, y nos resulta difícil hablar con el público a gran escala. Me siento muy honrada de estar entre toda esa gente. Gracias a este libro que fue publicado, todos nosotros podemos difundir nuestro mensaje.


El libro del que hablas, que cuenta las historias de 25 visionarios, se llama Vision for the Future: Capturing Inspiring Stories from Leaders and Changemakers. ¿Qué pueden esperar los lectores del contenido del mismo?


Bueno, el motivo por el que se hizo este libro es atraer a la gente, de modo que, al leer sobre el trabajo de otras personas, esto pueda servirles de inspiración para hacer un proyecto propio con su esfuerzo o participar en cualquiera de los proyectos que están presentados en el texto.

Luego de hablar de tu carrera como actriz y tu trabajo como activista, ¿qué sentís que pesa más en la balanza mirando hacia atrás?


El activismo es parte de mi vida. Yo fui siempre una activista en cualquier cosa en donde pensaba que se necesitaba mi ayuda. Los animales, sobre todo, fueron siempre una preocupación para mí. Así como William Holden, antes que yo, consideró su trabajo en Kenia como algo más importante que su carrera en la pantalla, yo también comparto ese mismo pensamiento.


¿Podemos esperar verte en nuestras pantallas o sobre el escenario pronto?


Por ahora, no, porque tengo una productora y tenemos varios proyectos que estamos esperando poder hacer, pero primero debemos buscar la financiación para ellos.


¿Hay algún proyecto para el futuro cercano, ya sea personal o profesional?


Bueno, los actores jamás estamos retirados; siempre estamos esperando el próximo papel que nos interese, y quién sabe si es un papel de teatro o un papel de cine. Pero, fuera de lo laboral, es bueno tener una vida sana, tener una vida feliz, tener una vida en la que estás haciendo algo para el beneficio de otras personas, en vez de hacer todo solamente para vos. Esa es la manera de vivir que yo prefiero y que espero tener hasta el último día de mi vida.